APARTADOS Y OCULTOS/Juan Carlos Vásquez
Juan Carlos Vásquez, Valencia, Venezuela. Autor del libro de relatos Pedazos de Familia (Estival teatro, Venezuela 2000). Otros textos han sido publicados en diversos volúmenes colectivos y antologías en Chile, México, EE.UU. y España; asimismo en columnas periodísticas del Diario El Impulso (Barquisimeto, Venezuela). Integrante del grupo cultural Spanic Attack (New York, 2004). Obtiene distinciones en los Concursos de Poesía Pro lingüístico y Multimedia Premio Nosside (Calabria, Italia), Edizione 2005 y 2006. Semifinalista en el Concurso de poesía Pasos en la Azotea, México DF, 2006. Ha vivido en Tampa (Florida), Nueva York, San Francisco y Barcelona.
APARTADOS Y OCULTOS
Avenidas
y callejones que se crucen entre sí y se pierdan sin límite por la
diversidad del lenguaje, ciudad noctámbula hasta la desidia, llena
de placer y sustancias, dónde tiemble y se sacudan las estructuras,
donde el fervor se genere creando pasiones, en esas horas donde todos
duermen el sueño más benévolo, dulce, tierno, sexualmente activo... Dónde la pesadilla y su particularidad actúen en su conjunto,
asumiendo así, que después de todo, las puertas y las ventanas
también se cierran sin posibilidad de abrirse en esos lugares
imposibles donde finalmente se ha podido llegar...
Aburridos
de la repetición inventamos un acceso que conduce al placer
profundo, vamos a coincidir en una habitación oculta, deseamos
experimentar sin disciplina el sexo y el vicio que conduce al
delirio, a lo inapropiado. La ruptura de la instrucción efectuando
todos los desacatos, rompiendo todos los fundamentos que mantienen el
balance de lo establecido. Por primera vez escucharemos la música y
su autenticidad para desbordarnos más allá de lo humanamente
explicable. El juego no previsto se incrementará por instinto, se
desatará en cadena con sus cinco destinos en un lugar que no conoce
nadie...
La
gran multitud y el paisaje en el plano establecido no los deja
pensar, ellos le atienden, se apresuran a descender abandonando la
particularidad que prevalece en el proceso y descubre por primera vez
el oasis del aburrimiento... Ellos fueron niños asequibles ahora
memoriza los síes... Abandona el concepto de la fórmula definitiva
para balancearse en la soga.
Le
dicen repitan y repiten, abogan por lo que les conviene, hablan, no
escuchan, memoriza el discurso para extender la estancia con una
elocuencia propia de las dinámicas afines. Elude abandonar la
particularidad que lo caracteriza si puede seguir metiendo la mano en
los cables, una y otra vez, cuantas veces sea necesario, hasta que
extrae un raro conejo de terciopelo que le sonríe al mirarlo y le
estalla en la cara...
Nos
disponemos afrontar, apartados y ocultos, un abismo en el lugar de la
costumbre y la tontería más profunda, nos desligamos de la
apariencia, nos orientamos hacia el futuro saltando la distinción y
el refinamiento que se incrusta en el monólogo de extraordinaria
belleza y falseo. Oscilamos una y otra vez inducido por el cambio,
vamos a profanar el misterio de las simulaciones que afectan gestos y
formas, el mundo hundido en la estupidez. Teníamos la impresión de
trampear, de interesarnos por lo que no me importa.
Juan Carlos Vázques
BARCELONA-ESPAÑA
Cuando el amor se extingue, se deteriora, se acaba: sobran las palabras. Muchas gracias, compañero de letras Juan Carlos, por cooperar con tus relatos en éste blog. Un abrazo.
ResponderEliminarHay pruebas y tentaciones que eliminan el desgaste y fortalecen lo agotado. Hay que correr riesgos, ir por las pruebas para regenerarse y salir de la rutina.
EliminarContundente texto en el que se nota la vena poética del autor. Nos muestra el doloroso, pero inevitable momento en el que la pasión se degrada a un cariño que encadena a la pareja. Excelente, Juan Carlos. Un abrazo!
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