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Mostrando entradas de febrero, 2017

LA HISTORIA DEL HOMBRE CORRIENTE Y LA CAPA DE INVISIBILIDAD/Gemma Minguillón

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La historia del Hombre Corriente y la Capa de Invisibilidad No era como un vulgar trapo arrojado al suelo de cualquier modo, aunque tuviera justo ese aspecto; en absoluto. Desde que el Hombre Corriente lo había visto, no había podido apartar la mirada de él ni pensar en otra cosa. Digamos que, por ser un hombre como todos, como tantos, el Hombre Corriente dirigía su atención hacia cualquier cosa que saliera de lo que él considerase normal, o digamos acostumbrado. Y aquello no lo era, no, en absoluto. A pesar de todo, él no era un hombre demasiado curioso, ni mucho ni poco; lo corriente. Así que, sin saber exactamente si aquello le apetecía o no, el Hombre Corriente se acercó al amasijo de tela que formaba una pequeña montaña en un lado de la acera. Y, al acercarse, constató que aquél tejido no tenía nada de lo que podría llamarse común. De algún modo, era como si estuviese ahí y, a la vez, no estuviese. "Como el gato de Schrödinger", pensó

ENSAYO SOBRE ÉTICA/Alexis Mena

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La subordinación de la ética en el acto de la fe En medio oriente, en África, la India y en otras partes del mundo a diario se justifican actos genocidas, parricidas y suicidas en el nombre de Dios. La “fe” no solo mueve montañas, sino que arma ejércitos, promueve el odio y encuentra en otro mundo las razones para desdeñar la vida humana en éste. El supuesto mandato divino es una fractura en el telos i que sostiene a la ética como tal en ser del ser humano. “La ética descansa de una manera inmanente en sí misma, sin nada exterior que le sirva de telos, sino que, al revés, ella misma es el telos de todo lo que está fuera de ella. Por eso cuando reintegra en sí todo lo exterior (metafísico), ya no va más lejos” (Soren, 1992). El individuo que se puede definir como un ser inmediato, sensible y anímico es precisamente aquel que tiene su telos en lo que general, y su tarea ética consiste en expresarse constantemente en ello, despojándose de su carácter individual p

SI YO SUPIERA ESCRIBIR/Amaru CastelA

Sí supiera escribir  no me extinguiría esta angustia, ni me quemarían los ojos, la boca, la lengua,  las piernas; las raíces pútridas que me fracturan.  El odio que consumo, que me levanta y encamina, que besa. Sí pudiera escribir  ya no tendría que ser yo Amaru castelA. Quito-Ecuador

ANODINO PEON/Antonio Portillo Casado

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Anodino peón, carne de bélicos estofados. De la cruel batalla, su horizonte, su línea primera. Del tumulto sangriento, su centro. En tus pies, el polvo y el horror se recrean. Piensan tus pies en el por qué de esta roja batalla en la verde pradera. La tierra, para darte sepultura, se abre llorando. Ella no quiere ni sus honores ni ahora tragarte en su manto. Ingenuo peón que la talla das en la cruel batalla, dentro de un soez tablero de ajedrez, ajeno a la paz, a tu interés ajeno. Desde la plácida trastienda, las alimañas de la ambición y el poder, de banderas disfrazados, agitan soldados y contiendas, sus preciados metales defendiendo. Ciudadano Soldado, alma sencilla, amado hijo, padre honrado, de la amistad amigo, de tus semejantes amante, no están tus enemigos en estos casilleros. Merodean esas bestias entre el poder y el dinero, aniquilando la fraternidad, desgarrando el amor en este injusto blanco y negro suelo, donde no hay luga